En Perú, la Universidad San Martín, con su docena de hinchas, lleva ocho puntos de ventaja sobre Alianza Lima. Luego se encolumnan León de Huánuco, Juan Aurich y César Vallejo. En Uruguay, Nacional marcha noveno, en tanto Wanderers y El Tanque Sisley comparten la punta con Peñarol. A un punto viene el modesto River Plate, que el domingo pasado tumbó a los mirasoles, quíntuples campeones de América.
En Argentina encabeza Estudiantes (que seguro va a ganar el título con récord de puntos de ventaja). Sus escoltas se llaman Vélez Sarsfield, Arsenal, Lanús, Newell’s, Godoy Cruz. Los cinco grandes, como acontece últimamente, nadan en un mar de críticas.
En Ecuador, Barcelona, el equipo más popular, completará esta temporada trece años sin una vuelta olímpica. En un torneo donde hasta hace poco competían diez equipos, equivale a un siglo. Y hay que agregarle que el Ídolo del Astillero maneja siempre el presupuesto más importante del medio.
Al menos Chile es una rotunda excepción: Colo Colo, la ‘U’ y la Católica, los tres pesos pesado, van cortados en punta.
Año tras año, la tendencia se consolida y acentúa: a los grandes se les hace cada vez más difícil establecer supremacía. Mientras los chicos ganan, aquellos viven rumiando broncas y echando técnicos. La pregunta es ¿por qué…?
Osvaldo Giménez, gerente deportivo de Peñarol, da de lleno en el clavo: “Antes, Peñarol necesitaba un lateral derecho y lo iba a buscar a Rampla Juniors, a Danubio, a Cerro. Precisaba un goleador y lo traía de River o Defensor. Ellos eran nuestro semillero. Ahora, cuando tienen un talento, lo venden directamente a Europa. Por eso Peñarol construyó un centro de alto rendimiento dedicado exclusivamente a los juveniles y contrató a un formador como Víctor Púa. Comprar no se puede porque cualquier figurita que surge vale millones de dólares, así que tuvimos que empezar a generar nuestros propios jugadores”.
Peñarol estuvo siete temporadas sin ganar un título, algo que no le había sucedido en 119 años de vida. “Ahora ya tenemos cinco chicos de las inferiores en el plantel profesional. Y tres son titulares de Primera”, agrega ilusionado Giménez.
En otras épocas había auténticos cracks. Y los que había, los monopolizaban los equipos poderosos. Hoy no hay figuras rutilantes. Como decía el gran entrenador peruano Marcos Calderón “lo mismo da Chana que Juana”. Este socialismo indudablemente iguala a favor de los de abajo. Empareja chances.
El fútbol que se practica es otra razón de esta caída progresiva de los cuadros populares. Básicamente es presión y marca, obstrucción y destrucción. Entonces, con óptimo estado físico y disciplina táctica, se igualan posibilidades. El mejor ejemplo es Holanda. Con lucimiento cero y la sempiterna estupidez arbitral llegó a la final del mundo.
Y, naturalmente, está el exitismo, que juega a favor de los chicos. Real Madrid empata dos partidos seguidos y el clima se torna irrespirable. Levante obtiene dos puntos consecutivos y es una fiesta. En Europa estas variables también existen, aunque los Barcelona, Manchester United, Chelsea, Inter, Bayern, etcétera, siguen comiéndose a los pescaditos chicos. Es que la billetera de los grandes de allá es muy abultada y aun con errores, presiones y otras hierbas, igual se imponen.
En esta parte del mundo es diferente, cualquier clubcito que se maneje con coherencia y tranquilidad es aspirante al título. Y mientras los grandes no desarrollen agresivamente el marketing, ingresos televisivos y de taquilla, no podrán prevalecer como antes. Acá los tiburones tienen que andar con cuidado, es un mar de mojarritas.
Por: Jorge Barraza
4 comentarios:
Lo que cabrea es que en Ecuador de los grandes el que de verdad anda con 13 años sin titulos es Barcelona pero los demas grandes no tienen esa problema. Emelec, Liga y Nacional tienen titulos mas recientes y como va la cosa parece que Emelec esta que se lleva la de este año.
Emelec en la actualidad tiene 8 años sin títulos y ha estado 2 veces en peligro de descenso en este lapso, y esto no lo digo porque menosprecie a emelec.
Creo que los equipos de guayas tienen una especie de presión extra, aparentemente la prensa quiteña es un poco mas parca y benevolente con sus equipos en cambio en Guayaquil todos los reporteros y presentadores son aves de rapiña buscando polémicas y muchas veces le terminan haciendo daño a los equipos inconscientemente (o deliberadamente en algunos casos también).
Tu comentario respecto a la prensa me parece de lo mas acertado pero emelec tiene lo que barcelona carece, un buen dirigente, eso es todo.
indeed!
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