La verdad me sorprende que el tema de la inseguridad en Guayaquil no haya sido tocado por nadie en el blog, por lo consiguiente me veo en la situación de ser la persona que brinde su aporte al mismo.
Para empezar hay que mencionar las cosas que ocurren en la ciudad y tengo que expresar mi preocupación (más bien terror) por entrar al mes de diciembre, mes en el cual el repunte delictivo es intolerable. La situación de inseguridad en Guayaquil es tan obvia que se vuelve palpable, todos hemos sufrido o conocemos de alguien que ha sufrido los embates de la delincuencia en corto plazo. No sirve ya tapar el sol con un dedo, mostrar estadísticas que solo son datos de “percepción” o mantener la indiferencia cuando la situación no nos concierne a nosotros. Vale resaltar la sorprendente superficialidad con que la ciudadanía en general aborda la situación sin que exista una verdadera reflexión, sin que se llegue a una verdadera propuesta. Se exigen soluciones violentas pero nunca se examinan los causales. Es así como queremos llegar a superar nuestros problemas? Hemos pensado en que nos llevó a estar en esta situación? Cómo poder llegar a encontrar la cura sin diagnostico? Pero la pregunta clave es Qué proponemos?
El último hecho delictivo que conmocionó a los Guayaquileños, la muerte del hijo de Rómulo Barcos, provocó la indignación ciudadana y una reacción ya común en nuestra ciudad como fue el plantón. Podemos enunciar más casos sonados, como el de Claudia Poppe o el del profesor Leo Salomon. Menciono estos dos casos por ser directos a la comunidad Politécnica y por ende los que compartimos este blog tenemos de una forma u otra relación, pero se podrían mencionar muchos más. Que tal los casos no tan sonados que tiñen los diarios amarillistas día a día? Pues bien retomando el plantón más allá de la voz de protesta marcada por el desahogo y lágrimas de muchos amigos y familiares de personas asesinadas por la delincuencia al parecer carece de un sentido práctico. Otra marcha blanca más. Esta ocasión existió una diferencia, no fue una convocatoria política. Sin ofender a nadie, he leído comentarios y otros blogs donde se piensa que algo político existió detrás de esto, pero les propongo dejar el resentimiento absurdo por respeto a las personas que estuvieron ahí reclamando, foto en mano, por sus seres queridos. Lo que si veo es el cliché del plantón, no hay otra forma de hacerse escuchar, es lo que se nos ha grabado en la cabeza después de tanta marcha. Pero lo que aparentaba ser un recurso no práctico ha generado cierta reacción hasta cierto punto un poco hipócrita por parte de autoridades así que al parecer el plantón no ha sido en vano todavía, aun no, aun no ha pasado de moda.
Cual ha sido la principal exigencia de los Guayaquileños? Venganza. Esa es la palabra que considero describe de mejor manera las peticiones de muchos. No queremos seguridad ciudadana lo que queremos es muerte. Queremos armas para defendernos, queremos endurecimiento de penas, queremos ejecuciones. Es que no podemos ver más allá? No aprendimos nada de la muerte del niño Bruno Barcos, en la pelea de los fuertes el perjudicado siempre es el más débil. Yo respeto el hecho de que todos tenemos derecho a proteger a nuestra familia, si un asesino entra a mi casa es obvio que lo enfrentaré, y si tengo un arma por supuesto que la usaré, pero no creo en una sociedad basada en el viejo oeste, no creo que deba estar armado para salir a pasear con mis hijos y ser el más duro y que nadie me pueda tocar, esa no es mi idea de sociedad. Alguien tiene que decirlo, ese niño podría estar vivo si tan solo el dueño de ese local no hubiera sacado un arma. En el enfrentamiento no murió el ladrón, no murió el padre, no murió el dueño, murió el menos pensado, murió un inocente. Eso es lo que queremos, entrarnos a bala entre todos? A mí me pueden matar, pero mi muerte no pesará sobre mí, pesará sobre mis hijos. Fuego contra fuego, violencia por mas violencia, si nos armamos ya no nos asaltarán, primero nos matarán de ahí nos robarán. La delincuencia no claudicará sino más bien se sofisticará, se modernizará.
La actual generación delincuencial es fruto de las crisis de otros tiempos. Desde la crisis del 99 con su consiguiente feriado bancario y la dolarización ya han pasado más de 11 años. Los niños de ese entonces ya son adultos jóvenes y adolescentes. Una generación marcada por la crisis, marcada por una ola migratoria sin precedentes que destruyó el núcleo familiar de los estratos bajos de nuestro país. Sin padre y sin madre no hay casa donde recibir educación, más bien ese cariño paterno fue reemplazado por el fácil dinero de las remesas, creando una mentalidad materialista. Se reemplazó el afecto por el dinero, y la necesidad de tenerlo en una sociedad donde el trabajo honesto no muestra resultados económicos aceptables pues el robo, la coima, el lleve y el sicariato son alternativas fáciles de emprender. Los valores morales ya no se generan en casa, simplemente ya no hay casa.
Deslindamos responsabilidades. Nosotros los ecuatorianos somos personas honestas, amigables, respetuosas y honradas. No así nuestros vecinos de Colombia, narcos, sicarios, chulqueros y demás, los peruanos que vienen a ganar miseria rebajando la condición laboral de los ecuatorianos dolarizados y los chinos contrabandistas que gobiernan ahora las bahías y los comercios del centro de la ciudad. Pero los ecuatorianos, somos honrados, por favor! Veamos nuestras cárceles, repletas de nacionales no disfracemos nuestras falencias, nuestros gobernantes corruptos no son extranjeros, nuestros jueces ni policías, nuestros vigilantes de tránsito. Nuestra sociedad es el caldo de cultivo propicio los criminales de afuera simplemente encontraron facilidades. Ahora exigimos visas como si eso va a cambiar nuestra realidad, pues no hay visa que detenga el crimen no en nuestra sociedad. La xenofobia que estamos engendrando es muy peligrosa la historia nos dice que es lo ocurre cuando le damos rienda suelta, al final nos daremos cuenta de quien son los malos en realidad. Que vamos a hacer, a construir un muro en la frontera? Nos da miedo que entren de otros lados y todos los que se fueron de aquí como deben ser tratados?
A la falta de familia está la escuela. Un maestro puede inspirar en sus alumnos muchas cosas, admiración a las artes, dedicación a la ciencia, amor a la música, a la justicia, a la historia. En nuestro país enseñan el amor a la militancia, a la piedra y al gas lacrimógeno. La educación pública ecuatoriana es un reducto político de unos sinvergüenzas que la han llevado a la debacle. Los maestros no enseñan, corrompen, no se preparan, mienten. Organizan en sus alumnos paralizaciones violentas, los exponen en vez de ser ellos los que reclamen. Muchos de nuestros padres asistieron a instituciones educativas públicas y las llevan con orgullo, épocas donde ser Vicentino o del Aguirre era un honor, presidentes de la nación surgían de sus aulas. Con el tiempo se tornaron en reducto de pandilleros y escuelas del crimen. La despolitización de nuestro sistema educativo es una necesidad imperante si queremos retomar la seguridad de las calles.
Nuestro sistema judicial simplemente no funciona. Pedimos endurecer penas que nunca son dictaminadas. Se sueltan reos por estar sin sentencia, de por si una persona encerrada sin ser sentenciada es un atentado contra el derecho de todos. NO es posible que pase tanto tiempo sin que se haga justicia, sin que se dictamine si alguien es culpable o no. Muchos en la cárceles son culpables y los alargues les permiten salir libres, otros sin embargo, inocentes, se encuentran vejados de la libertad sin nadie que los ampare. No debería existir un sistema carcelario que diferencie a los reos según su tipo de crimen? Es justo que alguien que robo un pan sea puesto junto a un múltiple asesino o violador? No estamos obligando a ese individuo a actuar de forma cada vez más violenta, porque ahí adentro o das o te dejas dar. Entrar y salir de la “peni” es una cuestión de estatus dentro del mundo delictivo. Que podemos hacer? Dentro de la situación de la justicia aparece un tema interesante: La justicia indígena. Cuando desde Guayaquil se proponía la autonomía los grupos de izquierda indígena eran los primeros en reclamar, pero ahora resulta que ellos llevan consigo el único sistema de justicia descentralizado del Ecuador. Claro que su modus operandi puede erizar a muchos pero para ellos funciona. No deberíamos retomar el tema autonómico en el plano de la justicia? Permitir que así como la justicia indígena responde a las razones sociales y culturales de ellos, nosotros los guayaquileños deberíamos exigir por un sistema judicial acorde a nuestra realidad también. Es que acaso en este Ecuador pluricultural y plurinacional solo ellos son diferentes?
Y nuestros desacreditados policías que después del 30 de septiembre dejaron ver su manera de proceder y pensar. El estado no nos permite armarnos ni usar seguridad privada para salvaguardar el orden público, lógico, eso podría formar grupos de poder armados peligrosos para nuestros gobernantes. Pero al final resultó que quien les vira la torta fue un brazo armado del estado mismo, eso justifica la paranoia gubernamental, pero ahora tenemos que lidiar con fuerzas del orden desacreditadas en las cuales los ciudadanos ya no tenemos confianza. Sin duda hay que rescatar a la institución policial, hay que mejorarles sus sistemas de comunicación, infraestructura, actualizar sus procesos de investigación y darles más armamento y capacitación. El problema de inseguridad es un asunto social profundo, pero, hasta que se gesten los cambios, quién cuidará nuestras espaldas?
El problema es grande y las soluciones complejas, la propuesta está ahí, diversos puntos a corto y largo plazo. El rescate y mejoramiento de los sistemas policiales y judiciales, el mejoramiento del sistema carcelario, la despolitización de la educación y la restructuración del núcleo familiar son puntos en el cual tanto estado como sociedad deben trabajar. No todo es responsabilidad del estado, este simplemente garantiza lo que la sociedad construye y por ende también se requiere que empecemos a construir sociedad.
Mientras el presidente y el alcalde no depongan los egos y se sienten a solucionar los problemas de fondo en conjunto no tendremos nada. Ambos van al ruedo armados y nosotros somos el niño inocente que siempre sale perjudicado.
8 comentarios:
en mi opinion, todo radica en nuestra cultura: la cultura del lleve.
Hasta los mandatarios la usan, incluso cuando se pelean entre si. Y eso no nos sirve de nada.
Sin embargo, mi postura si es de mandar a la gaver a correa, cuando dice que esta no es la ciudad mas violenta del pais.. jueputa, hay alguna venda que te tapa los ojos?
Luego cuando afirma que la delincuencia es producto del modelo de desarrollo que tiene la ciudad (exitoso a mi juicio), un modelo que segun el es inequitativo. Yo creo que si fuera tan inequitativo como dice, no tuvieramos la inmigracion de tanto hijoeputa que viene a la ciudad en busca de mejor vida.
Mi posicion ante la ola delincuencial es radical. Yo si recuerdo como Leon Febrescordero elimino a la plaga que era Alfaro Vive Carajo. Hoy estos guerrilleros terrosistas reclaman por sus derechos humanos, como si ellos alguna vez respetaron los derechos a los demas. Leon, hombre admirable hoy descansa en paz, y los guerrilleros que vayan a llorarle a Gardel!
No creo que la solucion sea darle armas a todo el mundo para que se defienda, a mi juicio, para eso estan los militares.
Bala a los delincuentes.
Nuf said
El crimen debe ser tratado como tal, no hay duda, creo que se debe empezar por como tu mencionas "bala a los delincuentes" no hay alternativa, pero eso no dara mas que una solucion para disminuir el indice delincuencial a corto plazo, la represion generara una ola delictiva mas fuerte con el tiempo, eso tenlo por seguro, mientras tanto se debe gestar un cambio social mas profundo para garantizar seguridad, otras sociedades viven en orden y la represion siempre es un caso excepcional porque nosostros no?
Es lógico que muchísima gente con plena fe en que todo cambie para bien asistió a ese plantón, pero déjame decirte que aunque no fue una convocatoria política, fue utilizada por algunos políticos para hacerse conocer, empezando por los muchachos de la católica que tuvieron la idea, que no nos sorprenda verlos de candidatos a alguna dignidad.
El clamor ciudadano porque su hermosa ciudad sea un sitio seguro para crecer junto a su familia es un clamor justo y necesario, pero cuando hay trasfondos políticos que pretenden utilizar a esa gente sincera para darse a conocer como "salvadores" está mal.
No es justo esto que está pasando con Guayaquil, aunque no vivo actualmente ahí, es una ciudad a la que visito quiero muchísimo, jamás querré que les pase algo a mis amigos, a mis hermanas, a mis sobrinos, a mi hijo, a cualquiera de mis familiares políticos o conocidos, es tiempo de que en todo el ecuador se de la orden del patrullaje militar para salvaguardar la integridad de los ciudadanos, al menos este Diciembre. Los ladrones se ríen de los pacos, pero a los milicos si les tienen miedo, de pronto esta pueda ser una solución que sirva a modo de "curita".
Concuerdo con lo de la curita, de nada sirve si no te lavas con alcohol pero por lo menos para la hemorragia aunque no la infeccion. Definitivamente muchas personas que tienen iniciativa terminan ganado notoriedad y cruzan al plano politico pero no creo justo considerarl este planton como fueron las marchas convocadas por Nebot que en su momento representaron una forma de medir fuerzas. EL problema de fondo es que no hay reflexion en la sociedad, no se busca solucion al problema social y lo peor es que no nos damos cuenta, no lo argumentamos ni se hace nada al respecto. Creo que hay que mepezar por nosotros mismos.
exacto, por nosotros mismos y cambiar esa cultura "del lleve". Si los fiscales y jueces no aceptaran sobornos muchas cosas cambiarian. Pero no solo son ellos los culpables, sino nosotros mismos cuando sobornamos al que sea que este delante. Esa cultura social que tenemos en la cabeza es la que nos tiene jodidos
El problema de la seguridad es complejo.. por eso se necesita que todos los actores aporten de una manera desinteresada buscando el bien comun y no intereses, egoismos, etc.
Todos tenemos que participar, Gobierno, Municipio, Asamblea, Judiciales, Policias, Fiscales, CTG, Ejercito, Ciudadania, Empresa Privada, Gremios, para nombrar a alguinos....
Y cada uno hacer lo que le corresponde hacer..
La delicuencia comun la hay en todos lados, pero tiene un trasfondo social... que eso hay que atacarlo... reducir el desempleo, mejorar las condiciones de inversion privada... por que es ella la que da empleo, mejorar la educacion... tanto en casa como en el colegio.
Pero otra cosa es el crimen organizado, a ese no hay como reformarlo, es una profesion... a ese hay que darle duro y exterminarlo... tal como AVC.
La policia hay que equiparla, debe haber mas policias, si no alcanzan.. saquen a las fuerzas armadas a apoyar... Los Jueces que son quienes dejan en libertad a esta gente... no se si habra que limpiarlos a todos o poder apretarlos... la asamblea Que deroguen esas leyes PRO delincuencia,,, y ponerse del lado del ciudadano... piensan en los derechos humanos de los delincuentes... pero quien vela por NUESTROS derechos humanos. Deben proteger la identidad y datos de los que denuncian... es mas la mayoria de delitos penales deberian ser de accion publica... los delitos in fraganti... no deberian necesitar denuncia..
El gobierno y el municipio de Guayaquil deben dejar esos orgullos cojudos, egos y prepotencia de ambos lados y trabajar en conjunto el gobierno debe aprovechar la capacidad operativa del Municipio dentro de la ciudad.
y Nosotros... debemos ayudarnos unos a otros..
Es un problema complejo.. pero hay que poner en marcha la solucion.. por que si no... sera muy tarde
Muy interesante el tema pero creeme la solución al problema no viene con endurecer las leyes o dotar d armas a todos, la solución viene DESDE LA FAMILIA, desde casa...
La confrontacion nunca dara resultados, es verdad que al crimen actual hay que erredicarlo, son producto de la sociedad pues si lo son pero no podemos dejar que continue. Pero si mantenemos la accion represiva contra delicuencia y no tomamos conciencia del aspecto social lo que ocurrira es que la deincuencia se tornara mas voilencia para contrarrestar la represion obteniendo un completo caos. No simplemente las armas no son la solucion. Ahora Andres es verdad que los valores se aprenden en la casa pero el problema de nuestro pais es que la familia como tal esta destruida, separada ya no corresponde simplemente esperar a que en la casa nos enseñen Que casa pueden esperar los hijos de los delincuentes? el futuro de esos niños es peor, ahora la parte moral debe ir de afuera, de la sociedad hacia la casa para poder en un futuro restablecer la familia como entidad de valores. Ese es mi pensar en la actualidad.
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